La compra de acciones de valores de poco volumen de negocio suele ser bastante peligroso y apto solamente para aquellos inversores que estén dispuestos a arriesgar más de lo normal y con el corazón a prueba de bombas.
La operativa con este tipo de valores suele tener poca liquidez, por lo que puede ocurrir que en el momento de la compra no se consiga adquirir todas las acciones que queríamos y, lo que es peor, que una vez dentro y se den las condiciones o la necesidad de vender no lo consigamos por el mismo motivo.
¿Por qué la gente suele verse atraída por este tipo de valores?
Tiempo de ejecución: "el timo de la estampita"

Las entidades bancarias suelen contar a sus clientes que el proceso de ejecución de una orden de compra de acciones es largo, extremadamente complejo y al alcance de muy pocos.
Esto fue cierto hace bastantes años, pero en absoluto es real en la actualidad. Hoy en día, con un broker online, cualquier inversor puede hacer operaciones en la Bolsa desde su casa u oficina en menos de unos segundos.
¿Cómo puede ser esto cierto? Porque el proceso está totalmente automatizado, y no hay ningún intermediario entre tu broker y el mercado, por lo que las órdenes son transmitidas inmediatamente.
Peligros de no controlar a tu asesor
Si eres de los que no inviertes por tí mismo, sino que recurres a algún gestor o asesor de carteras, debes hacerle un marcaje férreo, y la razón la entenderás en cuanto comprendas cómo suele trabajar un gestor de carteras.
Supongamos que un determinado asesor o entidad bancaria decide que es interesante comprar acciones de Banco Santander, va a invertir no sólo tu dinero, sino el dinero de todas las carteras de sus clientes. Esto quiere decir que suele trabajar con mucho dinero, y ¿qué suele ocurrir cuando alguien quiere comprar una gran cantidad de acciones?
Lo que suele ocurrir es que no consigue comprar todas las acciones al mismo precio, sino que se le irán ejecutando las órdenes de compra a diferentes precios, no muy distintos, pero diferentes en todo caso.
Errores típicos al invertir en bolsa: Todo lo que baja termina por subir
Podemos encontrar algunos casos típicos en los que lo que baja no vuelve a subir:
- Quiebra o suspensión de pagos.
- Recapitalización: Son aquellos casos en los que para evitar la suspensión de pagos, se lleva a cabo una ampliación de capital.
- Fraude: La confianza de un inversor es lo que nunca se debe perder, porque después es muy complicado hacer que vuelva a confiar en la empresa. Por tanto, cuando se publica la noticia de que una determina compañía ha incurrido en un fraude o se ha visto involucrada en alguna polémica, se puede perder definitivamente la confianza de los inversores.
Seguiremos en el próximo capítulo con más errores típicos ...
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